La fuerza de voluntad igual que la motivación son energías internas, quiere decir que están dentro de nosotros. La voluntad es la capacidad que tenemos los humanos de elegir y mantener situaciones y decisiones adecuadas llevándonos todas ellas a la consecución del objetivo.
El querer tiene su sede en la voluntad . Con una voluntad fuerte y sana será mas fácil alcanzar todo lo que nos propongamos.
La voluntad como la inteligencia es una capacidad del ser racional que le permite elegir o rechazar un objeto, con independencia de sus ventajas y de sus inconvenientes, de su interés intelectual y sensorial.
El ser humano tiene voluntad y puesto que es una capacidad, facultad de la que disponemos los seres racionales, todos podemos tenerla, lo que ocurre es que hay que aprenderla y desarrollarla, es cómo un músculo, se puede entrenar.
¿Qué puede estar provocando la falta de fuerza de voluntad?
La falta de fuerza de voluntad puede tener diversas causas que a menudo están relacionadas con desequilibrios o síntomas que es importante reconocer para poder corregirlos. Algunos ejemplos de estos desequilibrios son:
Abulia
Las personas que sufren de abulia experimentan una baja voluntad debido a la apatía, debilidad moral y falta de energía para hacer algo. Su desinterés les impide tomar decisiones y perseguir metas.
Hiperbulia
La hiperbulia es un aumento de la voluntad que se manifiesta en personas muy agitadas. Si bien puede ser positiva, en algunos casos, como en los trastornos mentales como la obsesión o la manía, puede ser patológica y llevar a actos inadecuados.
Disbulia
La disbulia se caracteriza por una distorsión o desproporción en la voluntad. Las personas que la padecen, a menudo experimentan tics, manías, fobias u obsesiones, lo que les dificulta concentrarse y tomar decisiones adecuadas.
Pero, ¿Dónde se encuentra la sede de la fuerza de voluntad?
Es aquí donde entra en escena la importancia de la corteza pre frontal . La corteza pre frontal es una zona que se encuentra en la zona pre frontal del cerebro y que se encarga de la concentración de la resolución de problemas y control de impulsos es el núcleo neurálgico de la fuerza de voluntad, es la que nos ayuda a posponer la recompensa esa zona es muy inmadura cuando el bebe nace y va madurando a medida que pasan los años.
¿Cómo desarrollar la fuerza de voluntad?
Desarrollar la fuerza de voluntad no es una tarea fácil, pero es posible si se sigue un proceso gradual y progresivo. Para lograrlo, es importante tener en cuenta lo siguiente:
- Querer realmente conseguir algo: No basta con simplemente desearlo, también es necesario estar dispuestos a elegirlo y renunciar a otras opciones. Es fundamental estar conscientes de que nuestras elecciones tendrán consecuencias y debemos estar dispuestos a aceptarlas.
- Aprender de manera progresiva: La fuerza de voluntad se desarrolla a través de la repetición de acciones que se convierten en hábitos. En un principio, estas acciones pueden costar mucho esfuerzo, pero los beneficios a largo plazo son los que deben motivarnos. Es importante tener en cuenta que mantener esta fuerza requiere perseverancia y que no siempre los resultados serán los deseados.
- Mantener la motivación: Para mantener la motivación, es recomendable dividir el objetivo en pequeñas metas a corto plazo. De esta manera, podemos ir alcanzando pequeños logros que nos ayudarán a mantener la motivación y a acercarnos a nuestra meta final. Sin embargo, es fundamental no perder de vista el objetivo a largo plazo.
- Ser claros y realistas: Es importante ser honestos con nosotros mismos en cuanto a nuestras expectativas y posibilidades de éxito. Debemos tener en cuenta que los beneficios no siempre se obtienen de inmediato, pero si perseveramos, eventualmente alcanzaremos nuestras metas.
Utilízala para alcanzar tus metas.
Cuando la fuerza de voluntad ha adquirido fuerza nos ayuda a conseguir y perseguir nuestras metas, nuestros objetivos, y se convierte en una fuerza impulsora que nos empuja hacia delante a pesar de las dificultades. Es necesario pues que tengamos muy claro que es lo que queremos conseguir para preparar la voluntad hacia ello. Los objetivos deberán ser claros y bien definidos de manera que sean realistas y coherentes con lo que somos. Tendremos que renunciar a todo lo que nos aleje del objetivo y enfocarnos en aquello que nos impulse.
Utilizaremos la fuerza de voluntad teniendo en mente nuestra meta, visualizarla para traerla al presente y que seamos capaces de ver, de sentir que podemos conseguirla.
Crea hábitos positivos para potenciar tu fuerza de voluntad
Lo primero como siempre es:
Tener consciencia de cuál es el desencadenante de la voluntad, pensar el por qué hacer algo.
Lo que la produce, es decir cuales son las fuerzas impulsoras y que la hacen fuerte, segura, serena, clara…. Cuales son las motivaciones.La voluntad de cada persona se encuentra en estrecha dependencia de ellas.
Sabemos que es algo que queremos y hemos decidido de manera libre y responsable.
Tener siempre en la mente que somos nosotros los que de manera libre y responsable hemos elegido este hábito que nos llevará a conseguir el objetivo que deseamos conseguir.
Hay que ser paciente.
La gratificación no es inmediata pero con paciencia y persistencia y con él para que en mente lo conseguiremos.
No te dejes influenciar por el resto.
Si la fuerza viene de ti, eres tú el que manda, eres tú el que has elegido en base a la libertad, los valores y tu responsabilidad así que no te dejes influenciar por nadie, porque nadie te conoce mejor que tu mismo.
Comparte tus avances.
Puedes no solo comprometerte contigo si no que ademas puedes hacer participe a los familiares y amigos que te apoyen en la tarea haciéndoles sentirse participes de tus intenciones con lo que cada paso que vayas dando y consiguiendo será motivo de celebración, esto nos ayudará a seguir.